martes, 18 de diciembre de 2007

Disimular, corregir y quitar ojeras y bolsas

Muchas mujeres sufrimos problemas de ojeras y bolsas, que normalmente suelen venir ligados con el poco descanso y los problemas circulatorios. Deberíamos concienciarnos más de nuestro contorno de ojos, ya que es una zona que al hablar, reír o llorar se moviliza con facilidad.

MARTA CUSÁ / MUJERACTUAL
La falta de elasticidad en esta zona produce las típicas arrugas de expresión y cuanto más mayores somos, más se van acentuando.
La aplicación de una crema de contorno de ojos ayudará a que tengas una mirada más fresca. Si tu contorno está bien hidratado, agradecerá mucho más el maquillaje y lo verás más terso e iluminado.

Al efectuar el maquillaje, el corrector de ojeras tiene la finalidad de iluminar el surco que hunde el párpado inferior, y además corrige el color oscuro que en general presenta esta zona. También lo podríamos utilizar para tapar granitos y manchas. En el mercado podrás encontrar diferentes tonos, pero en general para ojeras rebeldes el mejor es un beige rosado.

¿Cómo debes aplicarlo?
Puedes utilizar un pincel corto y plano, o bien si no tienes, con la yema de los dedos. Se toma la cantidad suficiente de producto y se extiende sobre la zona. Para que el corrector quede unificado trabájalo con suaves presiones de los dedos, hasta que poco a poco se vaya fundiendo con el fondo de maquillaje.

Matiza tu rostro
Los polvos después de la aplicación del maquillaje y corrector, matizarán y ayudarán a asentar los productos utilizados. Podremos encontrar varios tipos, pero resumiremos en polvos sueltos o compactos.

Polvos sueltos
Coge la cantidad que más o menos creas que es necesaria con una borla. Descarga una pequeña cantidad de polvo sobre tu mano y pasa la borla por toda la superficie de la piel, incluyendo la boca, cuello y orejas, dando golpecitos y ejerciendo siempre una ligera presión con el fin de que los polvos se adhieran a la piel.
Si necesitas más producto, recoge el polvo que has descargado en tu mano y vuelve hacer la misma operación. Cuando hayas empolvado todo tu rostro coge un algodón y mediante toques suaves retira el exceso, si lo crees necesario.


Polvos compactos
Es aconsejable que tengas una brocha grande para que el polvo quede mucho más esparcido. Coge la cantidad de producto que creas necesaria y descarga dando un pequeño golpe sobre tu muñeca, así el mismo exceso de polvo caerá de la brocha, y no correrás el riesgo de aplicar cantidad innecesaria. Si tu crees que has empolvado poco vuelve a repetir la misma operación.
Lo que nunca debes hacer
Tenemos costumbre de pensar que cuanta más cantidad de producto, más tapamos nuestras imperfecciones, y no es así, el secreto de un buen maquillaje es trabajarlo bien y con la cantidad necesaria, piensa que cuanto menos natural sea tu maquillaje más se fijarán y si tu estás intentando disimular algo puedes hacer que haya un efecto rebote.
, que normalmente suelen venir ligados con el poco descanso y los problemas circulatorios. Deberíamos concienciarnos más de nuestro contorno de ojos, ya que es una zona que al hablar, reír o llorar se moviliza con facilidad.


La falta de elasticidad en esta zona produce las típicas arrugas de expresión y cuanto más mayores somos, más se van acentuando.
La aplicación de una crema de contorno de ojos ayudará a que tengas una mirada más fresca. Si tu contorno está bien hidratado, agradecerá mucho más el maquillaje y lo verás más terso e iluminado.

Al efectuar el maquillaje, el corrector de ojeras tiene la finalidad de iluminar el surco que hunde el párpado inferior, y además corrige el color oscuro que en general presenta esta zona. También lo podríamos utilizar para tapar granitos y manchas. En el mercado podrás encontrar diferentes tonos, pero en general para ojeras rebeldes el mejor es un beige rosado.

¿Cómo debes aplicarlo?
Puedes utilizar un pincel corto y plano, o bien si no tienes, con la yema de los dedos. Se toma la cantidad suficiente de producto y se extiende sobre la zona. Para que el corrector quede unificado trabájalo con suaves presiones de los dedos, hasta que poco a poco se vaya fundiendo con el fondo de maquillaje.

Matiza tu rostro
Los polvos después de la aplicación del maquillaje y corrector, matizarán y ayudarán a asentar los productos utilizados. Podremos encontrar varios tipos, pero resumiremos en polvos sueltos o compactos.

Polvos sueltos
Coge la cantidad que más o menos creas que es necesaria con una borla. Descarga una pequeña cantidad de polvo sobre tu mano y pasa la borla por toda la superficie de la piel, incluyendo la boca, cuello y orejas, dando golpecitos y ejerciendo siempre una ligera presión con el fin de que los polvos se adhieran a la piel.
Si necesitas más producto, recoge el polvo que has descargado en tu mano y vuelve hacer la misma operación. Cuando hayas empolvado todo tu rostro coge un algodón y mediante toques suaves retira el exceso, si lo crees necesario.


Polvos compactos
Es aconsejable que tengas una brocha grande para que el polvo quede mucho más esparcido. Coge la cantidad de producto que creas necesaria y descarga dando un pequeño golpe sobre tu muñeca, así el mismo exceso de polvo caerá de la brocha, y no correrás el riesgo de aplicar cantidad innecesaria. Si tu crees que has empolvado poco vuelve a repetir la misma operación.
Lo que nunca debes hacer
Tenemos costumbre de pensar que cuanta más cantidad de producto, más tapamos nuestras imperfecciones, y no es así, el secreto de un buen maquillaje es trabajarlo bien y con la cantidad necesaria, piensa que cuanto menos natural sea tu maquillaje más se fijarán y si tu estás intentando disimular algo puedes hacer que haya un efecto rebote.

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