martes, 18 de diciembre de 2007

Cómo prevenir la alopecia o caida del cabello

La caída del cabello es un hecho frecuente, y francamente desagradable. Un día nos estamos peinando y nos damos cuenta de que el peine ya no nos hace falta. Perder pelo es un proceso natural; diariamente una persona sufre una caída de cincuenta a ciento cincuenta cabellos, pero en la mayoría de los casos el pelo vuelve a crecer porque la raíz permanece. Decimos que se desarrolla la alopecia cuando la caída del pelo excede al crecimiento de éste.
Un problema hereditario
La pérdida del cabello es hereditaria en el 95 por ciento de los casos. Pero, además, entre los motivos que acentúan la alopecia se encuentran los niveles altos de tensión emocional aunque, generalmente, esto es temporal. También se suele hablar de enfermedades inmunológicas, del uso de ciertos medicamentos, de deficiencias nutricionales y de algunas enfermedades concretas como elementos que favorecen la aparición prematura de la calvicie.

Los folículos del cabello también pueden ser afectados al sufrir traumatismos en la cabeza seguidos por cicatrización. Lo mismo sucede cuando nos realizamos peinados apretados, como es el caso de las trenzas, que provocan una inflamación de los folículos capilares, destruyéndolos y deteniendo el crecimiento del cabello. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las causas de la caída del cabello son genéticas.

Tipos de alopecia
Existen diferentes tipos de alopecia: cicacitracial, androgenética y difusa. De todas ellas, la androgenética es la más común, ya que afecta al menos al 50 por ciento de las personas a partir de los 40 años, en el caso de los varones, y un decenio después en las mujeres.

En este tipo de alopecia, los cabellos terminales son reemplazados por cabellos más finos y cortos en la coronilla, manteniéndose en términos relativos en las zonas posteriores y laterales. En los varones comienza después de la pubertad con un aumento de la recesión bitemporal, pérdida de cabello de la coronilla y posteriormente aclaración frontal. En las mujeres, la aclaración difusa afecta a la coronilla, dejando la línea de implantación frontal intacta.

Más vale prevenir
Igual que sucede en el resto de la piel, es preciso prestarle toda la atención de limpieza e higiene a nuestro cabello con productos adecuados, ya sean químicos o naturales.

En cuanto a los preventivos de la alopecia, se utilizan principios activos como las citoquinas, la vitamina A, el ginseng o los tricopéptidos para caídas debidas al exceso de grasa.

Por otra parte, son muy aconsejables las lociones que tienen como objetivo mantener el equilibrio sebáceo del cuero cabelludo, y que la persona afectada puede usar tranquilamente en su casa como tratamiento de rutina.

Otro de los métodos preventivos es masajear el cuero cabelludo para activar la circulación y consumir alimentos integrales en detrimento de carbohidratos refinados. También se debe incluir semanalmente en la dieta dos huevos y una porción de hígado. Y por supuesto, los champúes a utilizar deben ser los más adecuados para permitir una revitalización que tanta falta les hace a estos cabellos débiles.

Pero, en definitiva, nada de esto impedirá lo inevitable, pero frenará considerablemente los efectos de uno de los problemas más actuales, que deja ver que ni los más modernos avances ni las más avanzadas tecnologías pueden hacer nada ante una situación tan corriente y molesta.

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